De vasos y medidas.
No es rencor, es buena memoria. Porque hay una cosita que probablemente no es la más importante, ni la más grave, seguramente es una tontería, pero esa tonta gotita, colma el vaso. Y lo mismo yo tengo un vaso de chupito y no una jarra de cerveza, depende del que opine en cada momento y de sus experiencias vividas en la materia a cuestionar.
Y no a todo el mundo le sirves tu paciencia en el mismo vaso. Por razones que se escapan a este análisis (aunque si me pongo lo hago, ya tengo materia para mis desvelos) hay gente a la que le sirves una tacita de café y a otros una jarra. También hay veces que el "agravio" hace que le des un manotazo al recipiente a la primera de cambio y a tomar por culo todo (que también depende de lo quemada que te pille y de si meten el dedo en una llaga en la que a todo el mundo le ha dado últimamente por meter su extremidad). O gente con la que empezaste con un precavido y escéptico vaso de chupito y de repente te encuentras que ya van llenando un bidón. Vale. El caso es que llega la gota (tonta, habíamos quedado). Y no es que hayas estado todas las noches repasando las cosas que te han ido molestando, es que esa gota es como una carta que destapa todas las demás. Cosas de las que no eras consciente, que estaban como latentes, de repente adquieren una luz deslumbrante, hechos que habían pasado desapercibidos se te representan con meridiana claridad, los detalles sin importancia adquieren fuerza, y coges aguja e hilo, te sientas a lo indio y empiezas con la tarea de atar cabos y tejer una historia, recolectas los fotogramas y te montas una película.
Y a partir de ahí, ya no se sirve más bebida a este cliente en mi bar. O sí. En cucharaditas y poco más.
Y no a todo el mundo le sirves tu paciencia en el mismo vaso. Por razones que se escapan a este análisis (aunque si me pongo lo hago, ya tengo materia para mis desvelos) hay gente a la que le sirves una tacita de café y a otros una jarra. También hay veces que el "agravio" hace que le des un manotazo al recipiente a la primera de cambio y a tomar por culo todo (que también depende de lo quemada que te pille y de si meten el dedo en una llaga en la que a todo el mundo le ha dado últimamente por meter su extremidad). O gente con la que empezaste con un precavido y escéptico vaso de chupito y de repente te encuentras que ya van llenando un bidón. Vale. El caso es que llega la gota (tonta, habíamos quedado). Y no es que hayas estado todas las noches repasando las cosas que te han ido molestando, es que esa gota es como una carta que destapa todas las demás. Cosas de las que no eras consciente, que estaban como latentes, de repente adquieren una luz deslumbrante, hechos que habían pasado desapercibidos se te representan con meridiana claridad, los detalles sin importancia adquieren fuerza, y coges aguja e hilo, te sientas a lo indio y empiezas con la tarea de atar cabos y tejer una historia, recolectas los fotogramas y te montas una película.
Y a partir de ahí, ya no se sirve más bebida a este cliente en mi bar. O sí. En cucharaditas y poco más.
Por cierto, no sé el porqué del sentido peyorativo de la expresión: "montarse una película". Siempre estamos cámara al hombro (de hecho, sobre los dos hombros. Sería nuestra cabeza, con los ojos como focos que encuadran y captan imágenes. Éstas pasan directamente a la sala de edición y montaje, el cerebro, donde le damos importancia, resaltamos lo que nos interesa, más nos impacte, nos guste, nos repele. Todo bajo la batuta del director que es nuestro propio yo, que elige qué sentido le va a dar a lo grabado. Y antes de grabar, las funciones de producción y fotografía. Si decido ir a comer cochinillo a Segovia o a hacer puenting a Nepal, la película será muy diferente. Y el guión... ¡¡Lo más importante, lo que determina el derrotero de la peli y a lo que menos atención le prestamos!!
El caso es, y aquí no voy a descubrir la pólvora, que la objetividad no existe, simplemente porque tenemos sentimientos y un background, unas vivencias y experiencias. Y hay detalles que nos llaman más la atención que otros Esto es así. Si simplemente en lo que es la descripción de un lugar, tres individuos opinarían cosas bastante distintas:
- "Era una habitación espaciosa, blanca, con una cama... yo qué sé...¡normal!"
- "Me sorprendió que no tuviera ningún póster ni objetos personales. Pero eso le daba un toque especial, artístico, con el color hueso y algunas grietas...".
- "Agobiante, ¡no tenía ventanas!, el color, no sé, claro, supongo. Se veía desordenada..."
Y así infinitas. No podemos dejar de proyectar nuestras experiencias, nuestros complejos, en lo que vemos. Lo que es nuestro "punto de vista".
Y si así es en un espacio, ¡¡qué decir de los hechos y si además te afectan!!
La experiencia no es lo que le pasa a un hombre, es lo que hace un hombre con lo que le pasa.
Aldous Huxley
- (...) Nosotros no queremos una invención. Queremos "datos concretos", como dirían ustedes.
- Quiero decir que el hecho de contar una historia, de emplear palabras, sean de mi idioma o del suyo, ¿no es en sí una invención? ¿El mero hecho de observar el mundo no es en sí una invención?
- Esto...
- A ver, el mundo no es sólo como lo vemos sino también como lo entendemos, ¿no? Y al entender una cosa, le añadimos algo, ¿no? ¿eso no convierte a la vida en un cuento?.
(Vida de Pi, Yann Martel).
En mi opinión, los hechos nada tienen que ver con la Verdad.
(William Faulkner)
El caso es, y aquí no voy a descubrir la pólvora, que la objetividad no existe, simplemente porque tenemos sentimientos y un background, unas vivencias y experiencias. Y hay detalles que nos llaman más la atención que otros Esto es así. Si simplemente en lo que es la descripción de un lugar, tres individuos opinarían cosas bastante distintas:
- "Era una habitación espaciosa, blanca, con una cama... yo qué sé...¡normal!"
- "Me sorprendió que no tuviera ningún póster ni objetos personales. Pero eso le daba un toque especial, artístico, con el color hueso y algunas grietas...".
- "Agobiante, ¡no tenía ventanas!, el color, no sé, claro, supongo. Se veía desordenada..."
Y así infinitas. No podemos dejar de proyectar nuestras experiencias, nuestros complejos, en lo que vemos. Lo que es nuestro "punto de vista".
Y si así es en un espacio, ¡¡qué decir de los hechos y si además te afectan!!
La experiencia no es lo que le pasa a un hombre, es lo que hace un hombre con lo que le pasa.
Aldous Huxley
- (...) Nosotros no queremos una invención. Queremos "datos concretos", como dirían ustedes.
- Quiero decir que el hecho de contar una historia, de emplear palabras, sean de mi idioma o del suyo, ¿no es en sí una invención? ¿El mero hecho de observar el mundo no es en sí una invención?
- Esto...
- A ver, el mundo no es sólo como lo vemos sino también como lo entendemos, ¿no? Y al entender una cosa, le añadimos algo, ¿no? ¿eso no convierte a la vida en un cuento?.
(Vida de Pi, Yann Martel).
En mi opinión, los hechos nada tienen que ver con la Verdad.
(William Faulkner)
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