martes, 30 de abril de 2013

Dieta detox


Dieta Detox

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Recomendada al menos dos veces al año, consiste en seleccionar los alimentos y reequilibrar las comidas para purificar el organismo liberándolo de toxinas. Ideal para cuando te sientes hinchada, estresada, sin energía o tras haber cometido excesos gastronómicos.
Aunque no sólo los abusos en la alimentación hacen que acumulemos toxinas en nuestro organismo. Los productos químicos que contienen los alimentos no biológicos, las sustancias fitosanitarias presentes en ellos, el aire contaminado de las ciudades, restos de medicamentos o tratamientos que hayamos seguido en algún momento de nuestra vida... Todo esto va dejando residuos en nuestro cuerpo.

No soy partidaria del ayuno total que necesita supervisión de un especialista y puede ser peligroso para aquellas personas que no estén acostumbradas y sigan un ritmo diario frenético. Si estuviéramos relajadamente en un spa, sin hacer nada más que girar en la cabina de masaje, vale, pero con la rutina del día a día, este cambio nos puede sentar fatal. Sin embargo, hay dietas menos drásticas que también ayudan a desintoxicar poco a poco el organismo con pequeñas alteraciones en nuestros hábitos.

Nuestras prioridades: los alimentos crudos, evitar todo lo que sea demasiado ácido, no abusar de los feculentos, buscar cereales digestivos...  Agua, miel o jalea real, jugos de limón ecológico, tisanas, té verde. Frutas de temporada para zumos, verduras al vapor. Lo importante es aumentar el consumo de agua y de fibra.
Llenaremos nuestra despensa de productos como alcachofas, rábano negro, piña, soja, frutos secos, yogures probióticos (Activia)...

Prohibido totalmente: harinas, azúcares refinados, comida basura, alimentos procesados, alcohol, cafeína y nicotina.


A la dieta le añadimos un litro y medio de agua diaria para drenar, masajes con aceites esenciales dos veces al día y, evidentemente, una actividad física que nos permita sudar y eliminar toxinas
Otras recomendaciones: exfoliar la piel, masajearla y practicar disciplinas como yoga, visualización y meditación, que ayudan a desintoxicar la mente.

Organizamos un plan semanal. Empezaríamos en fin de semana ya que el primer día es a base de líquidos y se nos haría muy duro si tenemos que ir a trabajar. 

Día 1: Ayuno líquido

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Un primer día de ayuno líquido te ayudará a instalar en tu mente la idea de “ruptura” con pautas poco sanas. A diferencia de las dietas de ayuno prolongado, que pueden conllevar riesgos para la salud, un solo día no supone peligro alguno y elimina toxinas.

¿Qué puedo tomar? 
Agua mineral, caldos de verduras fríos o calientes, zumos naturales de frutas y/o de verduras…

PLAN DE ATAQUE

Al levantarte: un gran vaso de agua con el zumo de medio limón biológico.

  • Desayuno: té verde con una cucharadita de miel de romero (si quieres). Y un gran vaso de zumo de naranja, pomelo, uvas… 
  • A media mañana: infusión o té con miel y zumo natural (al gusto). 
  • Comida: un bol grande de caldo. Zumo de frutas natural. Infusión con miel. 
  • A media tarde: zumo natural. 
  • Cena: bol de caldo. Zumo de frutas o de verduras o de ambas. Infusión con miel. 

Receta para el caldo Cuece en una olla rápida durante 30 minutos a fuego moderado: 2 litros de agua, cuatro zanahorias, cuatro puerros, una cebolla, dos dientes de ajo, una carcasa de pollo y sal. Mete el caldo en el frigorífico y tómalo siempre que sientas hambre si no logras seguir el plan a rajatabla. Puedes escurrir y guardar las verduras para tomarlas aparte, con un poquito de aceite y limón. 

Día 2: Verduras crudas y al vapor 

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Aportan fibra soluble e insoluble, necesarias para conseguir un buen funcionamiento intestinal. Prescindir de tomar fibra más de un día puede tener efectos negativos en la salud.

¿Qué puedo tomar?

Todas las verduras de hoja verde (acelgas, escarola, espinacas, lechuga, repollo, col rizada, canónigos, rúcula…), puerros (¡muy depurativos!), cebollas, cebolletas, ajo, zanahorias, judías verdes, remolacha, calabaza, calabacín… Quedan excluidos los tomates y los aguacates (son frutas).




PLAN DE ATAQUE
  • Al levantarte: toma un gran vaso de agua con el zumo de medio limón. 
  • Desayuno: té verde con una cucharadita de miel de romero y un vaso de zumo natural. 
  • A media mañana: infusión (al gusto). 
  • Comida: bol de caldo (sirve la receta del caldo del primer día), un plato grande de verduras al vapor condimentadas con un hilito de aceite de oliva virgen, zumo de limón y sal marina. Y de postre, un zumo de frutas natural (las que prefieras) y té con una cucharadita de miel de romero. 
  • A media tarde: infusión y/o zumo natural. 
  • Cena: un bol de caldo, otro más grande de ensalada (lechuga, judías verdes cocidas, canónigos, cebolleta y remolacha…) aliñada con un hilo de aceite de oliva virgen extra, pimienta y el zumo de medio limón; y una tila con cucharadita de miel. 

Día 3: Legumbres 

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A los alimentos de los días anteriores sumamos las legumbres, ricas en fibra soluble e insoluble, minerales y buena fuente de proteínas, necesarias para mantener toda la masa muscular. Por su riqueza en nutrientes, los expertos incluyen hoy las legumbres en el cómputo de las cinco raciones diarias de frutas y verduras recomendadas.
   
¿Qué puedo tomar?

Todas las legumbres: judías rojas y blancas, garbanzos, guisantes, habas, lentejas…





PLAN DE ATAQUE 
  • Al levantarte: un buen vaso de agua con el zumo de medio limón. Y a lo largo del día, puedes consumir esta mezcla cada dos horas. 
  • Desayuno: una taza de té verde con una cucharadita de miel milflores y un bol de frutas del bosque con salvado de avena (rico en fibra). 
  • A media mañana: infusión (al gusto). 
  • Comida: un bol de lentejas estofadas con verduras (puerro, zanahoria, cebolla y ajo) y aliñadas con un poco de aceite y pimentón (rico en antioxidantes), acompañado con un bol de ensalada de canónigos y zanahoria rallada, aliñada con un poco de aceite de oliva virgen, limón y pimienta molida. Y de postre, un bol de uvas blancas y una taza de té con una cucharadita de miel. 
  • A media tarde: infusión y/o zumo natural. 
  • Cena: un bol de caldo de verduras y otro de escarola y espinacas frescas, con dos cucharadas de judías blancas cocidas al natural (pueden ser en conserva), aliñadas con un hilo de aceite de oliva virgen extra, pimienta y el zumo de medio limón. Como postre, toma una infusión de verbena con cucharadita de miel.


 Día 4: Un toque de frutos secos 

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Al plan del día anterior, sumamos los frutos secos. Ricos en fibra, proteínas, valiosos minerales y grasas saludables, los frutos secos han demostrado muchísimas propiedades a nivel cardiovascular y cerebral.

¿Qué puedo tomar?


Almendras, nueces, avellanas, pacanas, pistachos, piñones… en cantidades moderadas, de unos 30 g por ración (tienen muchas calorías).





PLAN DE ATAQUE
  • Al levantarte: bebe un gran vaso de agua con el zumo de medio limón (a lo largo del día, un vaso de esta mezcla cada dos horas).
  • Desayuno: bol de macedonia de frutas variadas (ya puedes incluir aguacates) con salvado rico en fibra y té con miel. 
  • A media mañana: una pera, tres nueces y una infusión (al gusto). 
  • Comida: bol de puré de verduras (puerro, zanahoria, espinacas, tomate, guisantes y calabaza), condimentado con un hilo de aceite de oliva virgen, sal marina y pimienta molida. Como postre, prepárate un bol de fruta picada y una taza de té negro. 
  • A media tarde: tu infusión favorita acompañada de seis almendras. 
  • Cena: un tazón de caldo de verduras acompañado de un gran bol de ensalada suprema, con lechuga, canónigos, tomate, cebolla, una cucharada de garbanzos cocidos y dos nueces picadas, aderezada con un hilo de aceite de oliva virgen extra, pimienta y zumo de limón. Infusión de hierba Luisa con miel. 

 Día 5: Pescado y huevos

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Fuente de la mejor proteína, los huevos tienen pocas calorías y son de los alimentos más versátiles y agradecidos en las dietas. Además, las nuevas investigaciones han rebatido la idea de que favorecen la hipercolesterolemia. En cuanto a los pescados, también son una excelente fuente de proteínas y de los maravillosos ácidos grasos omega-3, con propiedades antiinflamatorias.

¿Qué puedo tomar? 
Huevos en todas sus formas (evitando los fritos). Todos los mariscos y pescados, tanto blancos como azules (vigilando el consumo de los pescados muy grandes, como el atún o el pez espada, porque pueden acumular metales pesados, un riesgo sobre todo en el embarazo).

PLAN DE ATAQUE

Al levantarte: un gran vaso de agua con el zumo de medio limón (a lo largo del día, un vaso cada dos horas).
  • Desayuno: bol de frutas variadas con salvado y seis avellanas. Una taza de té con cucharadita de miel de romero. 
  • A media mañana: un melocotón y una infusión (al gusto). 
  • Comida: un tazón de caldo de verduras y ensalada mixta, con huevo cocido y gambas peladas cocidas (unos 40 gr), aliñada con un hilo de aceite de oliva virgen, sal marina y pimienta molida. De postre, rodaja de melón o sandía y una taza de té con una cucharadita de miel. 
  • A media tarde: infusión (al gusto) y una manzana. 
  • Cena: un gran plato de verduras a la plancha (berenjena, calabacín, tomate, cebolla…) y lenguado cocinado al vapor con un chorro de limón y acompañado de tomate al horno. 

 Día 6: Lácteos desnatados y carnes magras 

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Ricos en calcio y proteínas y libres de grasa saturada, los lácteos aportan además vitaminas del grupo B, por lo que se consideran esenciales para el mantenimiento de la masa ósea y muscular. A su vez, las carnes magras son fuente de proteínas de muy alta calidad y excelente fuente de vitaminas del grupo B y minerales, con muy poca grasa saturada. Una dieta con suficiente proteína y ejercicio físico es esencial para mantener una buena masa muscular.

¿Qué puedo tomar
?
Quesos frescos, yogures descremados, leche desnatada, kéfir, cuajada de leche de oveja o cabra… Carnes de pavo, pollo sin piel, magro de cerdo o vacuno, carne de conejo (muy magra)…



PLAN DE ATAQUE 

  • Al levantarte: un gran vaso de agua con el zumo de medio limón (a lo largo del día, un vaso cada dos horas).
  • Desayuno: un tazón de fresones picados con yogur desnatado y salvado, y un té con cucharadita de miel. 
  • A media mañana: un bol de uvas negras o moras o grosellas y una infusión (al gusto). 
  • Comida: de primero, almejas o mejillones cocinados al vapor con un poco de limón y perejil. De segundo, un filete de pavo a la plancha acompañado de ensalada verde. De postre, té con una cucharadita de miel. 
  • A media tarde: una manzana y una infusión. 
  • Cena: un bol de gazpacho ligero y un plato de espárragos trigueros a la plancha con huevo. Como postre puedes tomar kiwi e infusión. 

 Día 7: Cereales y derivados 

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Volvemos a una dieta que incluya todos los grupos de alimentos: verduras, frutas, legumbres, frutos secos, huevos, pescados, lácteos, carnes, cereales y derivados. Los expertos en nutrición señalan que las dietas que descartan grupos enteros de alimentos acaban aumentando el peso a largo plazo.

¿Qué puedo tomar? 
Arroz integral, pasta integral, pan integral (vigilando que sea rico en salvado) y cereales exóticos como la quinoa, el amaranto o el mijo. Y evita el consumo de pan, pasta y arroz blancos y de dulces, pastelería y bollería, porque son pobres en fibra y su alto índice glucémico produce picos de azúcar en sangre, lo que favorece el aumento de peso y la resistencia a la insulina.

PLAN DE ATAQUE 
  • Al levantarte: agua con zumo de limón.
  • Desayuno: una rodaja de melón, una rebanada de pan integral tostado con queso blanco y té con cucharadita de miel. 
  • A media mañana: moras e infusión.
  • Comida: ensalada de tomate con cebolla y aguacate (aliñada con aceite de oliva, limón y sal marina) y un bol de arroz integral con verduras y trozos de rape. Como postre, un té. 
  • A media tarde: kiwi e infusión. 
  • Cena: taza de caldo, cazuelita de guisantes con jamón y huevo e infusión.

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