martes, 12 de febrero de 2013

Estado crítico- estado onírico


Reflexiones varias


Estado crítico- estado onírico

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Al principio rehuía de todo lo que se alejaba de la realidad: fantasías, leyendas, cuentos, fantasmas, mitos, ciencia ficción, otras formas de vida, otras posibilidades,  mundos paralelos, ensueños, ilusiones, utopías...
Pero a medida que vas viviendo y la realidad se hace más dura y desconcertante, rara e insoportable, buscas un asidero, una explicación, una historia con la que evadirte, despegar de la realidad, un sitio donde esconderte y descansar. Un mundo propio.
Historias increíbles que infundan algo de belleza al absurdo y horror de la vida cotidiana. Cruda, bruta y vulgar. Con su orden propio que no alcanzamos a comprender. Sé que hay algo que se me escapa y la vida me lo restriega mostrándome retazos de esa verdad (orden) superior, incomprensible, de la que formamos parte. Porque claro que todo está relacionado, tiene un orden, es consecuente. El caos sólo está en nuestra cabeza. Y viene porque hay veces que captamos algo, que vislumbramos ligeramente durante unos instantes. Queremos agrupar esos hechos, darles sentido, ver la sucesión y como en un truco de magia, se desvanecen, y cuanto más piensas en ellos, más irreales se presentan. Intentamos explicarlo con palabras y se vuelve tonto, irreal y absurdo porque tiene su propio lenguaje que por supuesto no se puede explicar con el humano y mucho menos transcribir con nuestros signos. Cuando lo intentas pierde su fuerza, pierde hasta sentido para ti mismo, porque nuestras limitaciones no alcanzan esa inmensidad. Es como explicar el color rojo con palabras. El color rojo se ve pero no se puede definir.
Pues vamos a tirar de la hebra para atrás... Todo se desvirtúa, se desdibuja. Estás dentro de un ovillo enmarañado, vas deshaciendo el lío, sabiendo que hay un cabo, pero nunca lo alcanzas, el nudo se aprieta y tienes que desistir, aun sabiendo que existe, pero aceptando que eres incapaz. Desmoralizador...
Entonces te rindes, reconoces tus limitaciones insalvables y te dejas mecer, balancear, revolver, revolcar por la marea, según venga, a sus expensas, incapaz de conocer sus corrientes y su funcionamiento. ¿Acaso podemos hacer otra cosa? Y desconcertarnos de nuevo, con la misma intensidad, cuando ese orden superior se manifieste. Intentarlo otra vez, tirar de la cuerda, terminar llenos de rabia e  impotencia porque lo has notado, sabes que está rozando la punta de tus dedos, pero no puedes asirlo, sólo puedes maravillarte y decir: " qué casualidad, lo sentía, algo me decía, qué fuerte..."  Y sentir que hay algo ahí que nos mira burlándose de nosotros.
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Pongo la música a tope, en el iPod, el avión despega, me acomodo en el asiento, miro a la oscuridad ahí afuera. La canción es la que llevo cantando todo el día, insistentemente. Mother Protect, the Niki and the Dove, mezclada por Goldroom.
www.youtube.com/watch?v=EKdcj8cv75k

y me dejo llevar, y llamo al recuerdo...

I close my eyes and wait for the echo...

Porque hoy he soñado tan intensamente contigo, un sueño muy real, vivido al detalle, justo como no hago con la vida...

I slept beside you
I watch you in the dark


Pero era un sueño, mi sueño, y era mi punto de vista... Cómo veo yo la historia, qué pasó, cómo creo que te sentiste...
Todo lo que ocurrió (objetivo y subjetivo, tangible y sentido) resumido en un sueño con sus surrealidades, el deseo, gestos tuyos de los que ni me acordaba, esperando desesperada, desesperanzada, desanimada, desengañada...

But your eyes like mine...

Entonces vienes en el último momento, justo en el último instante, a través del cristal te veo llegar, por el camino, bajo un cielo gris, en un día ventoso, con una bufanda anudada como solías (¿cómo puedo recordar esas cosas a través de un sueño?)...
Y aún puedo sentir la ligereza en la zona del diafragma, las miles de mariposas que posadas pesadamente en la boca del estómago, alzan el vuelo descargando el pecho, la alegría exultante que sube como un calor que enciende el corazón, las mejillas, el cosquilleo detrás de las rodillas como al principio de una borrachera, las ganas de correr, saltar, reír desquiciadamente, abrazarte....

Oh, my heart is like an eagle, I love to fall from the sky....

Para decirme que vienes, vuelves, pero con reproches y dejando claro que no lo merezco....
Y la sensación de alivio porque tengo lo que quería, y lo quería tan vehementemente, enardecidamente..., la felicidad eufórica, casi demente, el cambio de desear despertarme de esa pesadilla a que siga el sueño... 

so frail...

y al segundo siguiente la sensación de que ahora que te tengo, ¿cuánto duraré?, que a lo mejor no ha sido buena idea, que lo que se ha roto no vuelve a ser igual por mucho que peguemos cuidadosamente todos los pedazos...

The color of ice...

Que ese algo roto siempre nos separará, que tú eres diferente, que yo creo que sigo igual, que los desfases en las evoluciones de las personas y los caminos que tome cada desarrollo sólo distancian, que lo que hubo ha cambiado, que no precisamente a mejor, que esto no nos va a hacer más fuertes porque ni tú ni yo estamos hechos de esa pasta... Somos bastante vulgares, corrientes, no nos crecemos ante un inconveniente, tenemos unos caracteres muy orgullosos y sensibles, despectivos con las debilidades, asqueados si son propias, ¡imposible que sean propias!
Incapaces de reírnos, de no darle importancia, de banalizarlo, de aceptar un punto débil, de reconocer, de dar más que el otro, mostrar más interés,

I use to follow you, follow you for days...

capitulando, dando el primer paso... Y no vamos a reconocer cómo de importante eres en mi vida porque eso me haría débil, a tus pies, que me he rendido, que estás por encima de mí, que puedes hacer lo que quieras, que me puedes querer un grado menos de lo que lo hago yo, que te puedes despreocupar porque voy a aceptar todo lo que se te ocurra ya que he claudicado, tienes esa seguridad, ya he renunciado a todo control, ya reconozco mi total dependencia y entrega...

Under the spell of a circle...

Pero en mi sueño, estoy un segundo contigo, te tengo allí, y entonces, aquí y ahora, estos minutos... Pero todo volverá a cambiar y no lo soportaré,

you can´t keep me down...

como siempre, se corrompe volviéndose algo común, normal y corriente, perdiendo la ilusión, la sensación diaria de que estás viviendo algo especial, de que para el otro eres única, esa intensidad, la de vivir en un ay, y no sé hacerlo de otra manera, me niego a rendirme... Tampoco estoy hecha de esa otra pasta...

But I love your hands, I let them lead me into the cage,  so tender...
But your body was warm...

Entonces me despierto con tu presencia palpable, tan vívida.... La llevo todo el día conmigo. Como una losa que no me deja respirar, meter aire más allá de la tráquea. Y donde quiera que miro hay señales que me llevan a ti, que me recuerdan a ti.
Será que estoy mas receptiva a ese tema en concreto y veo donde no hay o lo que quiero ver.
Ahora que lo quiero explicar con palabras se difumina, pierde sentido. Lo veo ridículamente sentimental. Me siento tonta, llena de fantasías e irrealidades cogidas con pinzas. Rodeada de cables ardiendo a los que me aferro.
Y apago la música y aterrizo en el mundo real, donde las cosas pasan tan despacio que no pasan.

Como bien puede usted ver, lo que trae la confusión al mundo es la desproporción entre la rapidez del espíritu y la terrible pesadez, la lentitud, la resistencia y la inercia de la materia.
(La montaña mágica. Thomas Mann).


No lo soporto, me desespero porque además soy muy consciente de cada minuto vacío que pasa, y muy consciente de que no va a volver.
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