lunes, 7 de enero de 2013

I miss my pre-Internet brain (reflexiones julio)


A vueltas con Facebook. Sí, pese a mi promesa de pasar olímpicamente y no mirarlo nunca más, o de mirarlo y no fijarme nada más que en lo que me interesa, o de mirar todo lo que sale ante mis ojos pero que no me afecte... Y la mentira cada vez es más grande. Pero esas imágenes, esos comentarios, me atrapan como la visión de un accidente: no quieres mirar pero miras y, ¡no sólo!, te recreas (con el sentimiento ya clasificado otras veces como adrenalínico masoca, el "pellizco" que te hace sentir tan mal, pero te obliga a mantener la mirada y explayarte porque ya total...) Y hablan de Twitter....yo ni de coña, bastante tengo ya con Facebook...

Imagen
Pero obsesionada, o más bien queriendo, que todo suceda por una razón oculto-esotérica que no se vuelve nunca exotérica para mí. Realmente, miro poco Facebook y no me meto en ciertos perfiles de "alto voltaje" porque sé la descarga que me producen dejándome anonadada por un buen rato y con el estómago del tamaño de un guisante pujando por salir por la garganta, atravesándola como si fuera Tintín (si te encuentras con un muro, ¡atraviésalo!).
Pero, si sólo me meto 3 segundos al día y en la página principal... ¿por qué justo tiene que aparecer lo primero esa imagen con esa noticia, y de él, ¡¡¡¡que no se mete jamás ni cuelga nunca nada!!!! ¿Es mala suerte?, ¿una señal?, ¿son putas casualidades de la vida?... Y si es una señal, es una señal ¿de qué?, ¿de que está pensando en mí? ¿Es una invitación a actuar? De actuar a qué, si a mí tampoco es que él me importe tanto como su amigo.... ¿O sí? Y si es una señal que la energía de su subconsciente me manda a través de un salto en mi muro de Facebook justo en el único minuto al día que me conecto... Lo mismo él está invirtiendo mucha energía en pensar en mí, misma energía e igual de inútil, sospecho, que invierto yo en pensar en su amigo. ¿Cómo era eso de el amor más idiota? Yo por él y él por otra. Menuda cadena de desencuentros y de pensamientos vanos y de palos de ciego, y de pérdida de tiempo y de puto caos. (Soy un agente del caos, y ¿sabes lo que tiene el caos? Que es justo). Tiempos de superhéroes, ¡necesito uno!

Como Suetsumuhana, una de los personajes que aparecen en La Novela de Gengi. Se confina en su palacio y supone que porque el príncipe no desaparece de su mente, quiere decir que ella también está presente en la de él. Y se queda esperando, castigándose mientras todo se pudre y corrompe a su alrededor. No huye. Y fíjate qué pasó:

El príncipe quedó mudo de horror. ¡Cuánto hubo de sufrir la pobre dama , enterrada en vida durante años bajo aquel montón de ruinas! ¿Cómo era posible que durante tanto tiempo hubiese sido él capaz de vivir como si ella no existiera?.

Y bueno, como siempre, voy a no hacer nada, alguien dijo que también es una forma de actuar, aunque tambien estoy harta de "actuar" de esa manera. Pero luego, haga o no haga, siempre me arrepiento y entonces pienso qué bueno sería hacerse con el Libro de los cambios (I Ching), y que él tomara cada una de las decisiones que me produzcan zozobra. Una de mis palabras preferida del vocabulario español, por lo muy practicada y por su lindo significado: Inquietud, aflicción y congoja del ánimo, que no deja sosegar, o por el riesgo que amenaza, o por el mal que ya se padece.

 ¿Zozobra tal vez porque soy una cagada y no hago lo que me apetece? ¿Pero lo que me apetece no resultaría en un arrastrase e ir de patética? ¿No sería mejor como la ya nombrada Suetsumuhana?

...estaba convencida de que el hábito de exteriorizar los sentimientos revelaba poca dignidad por parte de la persona que se rebajaba a ello...

Y más si los sentimientos son de aprecio, no has sido lo suficientemente estoica y resulta que te has quedado pillada por esa persona y eso hoy en día está muy mal visto. Eres débil, tienes sentimientos y te sigues acordando porque ese alguien es mucho mejor que tú, que no vales nada. Así se despachan las relaciones en el siglo XXI. Ya abordaré ese tema más adelante.

Bueno, volviendo al Libro de los cambios, me encantaría dejar a sus designios cada una de las acciones que creo-supongo-considero-deshecho, que podría hacer. Claro, que conseguir el libro es fácil, lo jodido es dar con alguien que sepa interpretarlo (aunque bien pensado, ¿qué más da? Lo jodido es dar con alguien en el que tu confíes para interpretarlo y hacerle caso). Pero sería una manera divertida de vivir, con menos responsabilidad y por lo tanto, culpabilidad. ¿Llamo o no llamo?, ¿voy por allí o no?, ¿ me enfado por esto o lo dejo pasar?.... Y así con cada cosa que nos produzca zo-zo-bra.
Y si sale mal, pues no es que haya salido mal, es que Dios escribe derecho con renglones torcidos y como el campesino del relato Tao ( por no desmarcarnos mucho de la corriente oriental que llevamos en el artículo) ¿Quién sabe si es bueno o malo? Y puedes seguir por la vida sin pensar en otras posibles posibilidades si hubieras hecho o dejado de hacer porque ya se ha decidido por ti y aunque no lo veas ahora mismo, era lo mejor. El libro es sabio.
Claro que para eso hay que tener fe... O no... Mañana voy a por el libro, y las decisiones así trascendentales que se ocupe él que yo ya con las cotidianas estoy saturada y de verdad que no doy más de mí, y todo me parece complicado y que yerro irremisiblemente.
Porque, joder, yo tampoco sé vivir, ¡¡¡estoy improvisando!!!
CONCLUSIÓN ...si es que se le puede llamar así a cuando termino un artículo, porque no soy de esas personas categóricas y resolutivas... No, soy más bien de las que no paran de dudar, y siguen pensando en lo que han escrito y se me ocurren mil cosas que rebatir y añadir, miles de posibilidades, ninguna conclusión, poca luz al final del túnel, ¿acaso es esto un túnel?, ¿seguro que hay una luz?. Me acuerdo de Faulkner y su acertada comparación de la literatura con una cerilla que se enciende en medio del campo, no sirve para iluminar nada sino para ver mejor cuánta oscuridad hay a nuestro alrededor.

Pero la conclusión aquí y ahora, día D; hora H; es que puede que no hacer nada sea una manera de actuar, siempre y cuando al otro le importe y se asuste ante tu inactividad y lance la primera piedra. Si no hace nada, será porque no le importa, ¿no? Entonces mejor así. O tal vez está como tú, pensando que si no actúas es porque te la trae floja y entonces a él más. Y al final el uno por el otro, la casa sin barrer. Claro que ya estoy harta de ir por ahí con la escoba levantando pelusilla que la mayoría de las veces sólo me da alergia, un polvillo que no eliminas sino que simplemente cambia de lugar. Aunque a lo mejor él también está harto de ser el cabecilla en las labores de limpieza...
Entonces actuemos, porque en casa encerradas no creo que nos pase nada interesante, que sale bien, bien, que no, pues vale, como dice Raphael.
Imagen
Habrá que salir de nuestra zona de confort, buscar la magia, aunque claro, eso conlleve un riesgo. Nada es gratis. Nada es seguro y todo es posible.

Hay cosas conocidas y cosas desconocidas, y en el medio están las puertas... (The Doors). 


No hay comentarios:

Publicar un comentario